¿Siempre eliges el mismo tipo de pareja?
La selección de pareja tiene parte de respuesta instintiva y parte de proceso racional. Existen rasgos predeterminados que buscamos y que nos atraen, lo que sirve de base para determinar si alguien es o no una pareja en potencia. A partir de ciertas cualidades, analizamos el conjunto de beneficios y prejuicios que ofrece cada candidato, lo que deriva finalmente en el establecimiento de un patrón de selección. Pero ¿qué pasa si elegimos igual, y todas las relaciones fracasan? La respuesta podría estar en el patrón. En Sexxologa te contamos.
“Siempre termino con el mismo tipo de hombre y la relación es un desastre” o “Al final me quedo con chicas del mismo estilo y no funciona”, son algunas de las quejas frecuentes en aquellas personas que no parecen tener suerte con las relaciones. Un historial de emparejamientos poco exitoso es una de las señales de que la causa de estos fracasos amorosos puede deberse a nuestro proceso de selección. No es frecuente detenerse a pensar en lo que motivó la elección de cada ex, pero llevar a cabo este análisis podría ayudarnos a identificar un patrón, así como rasgos negativos que caracterizan a las ex parejas y que se relacionan con el posterior rompimiento.
¿Qué te ha atraído en una pareja? Evidentemente, hay cosas que consideramos indispensables en una persona para decidir compartir una parte de nuestra vida con ellas. Y la clave para determinar la raíz del problema puede estar asociada a esos aspectos aparentemente positivos que vemos en ellas.
La diversidad humana es incalculable. Quizás esa es una de las razones detrás de la célebre frase: “hay muchos peces en el mar”. Las variantes en la personalidad de cada “pez” son infinitas, y por ello elegimos “tipos” de persona para establecer distintos “tipos” de relaciones, creando así un terreno de familiaridad. Por eso nuestros amigos se parecen, porque nos sentimos cómodos y seguros ante tales o cuales personalidades. Y por eso también elegimos el mismo tipo de pareja, porque cumplen una serie de demandas personales que creemos pueden satisfacernos a nivel personal.
Pero preferir cierto tipo de persona no significa necesariamente que esta sea la más adecuada para entablar una relación exitosa. La seguridad que ofrece un compañero o compañera sentimental se deriva de las cualidades que comparte con nosotros, pero también del ofrecimiento de nuevas perspectivas y de habilidades que complementen a las nuestras, para hacernos fuertes en aquellos aspectos en los que individualmente somos débiles. Dos personas con capacidades de liderazgo, dominantes y testarudas que se juntan no pueden complementarse a menos que una de ellas deje de ser lo que suele ser, y es allí donde la posible relación llega a un punto muerto.
Tómate algún tiempo para pensar en las distintas cualidades que te ofrece cada persona, relaciona sus características con experiencias anteriores y así podrás crear un nuevo patrón para encontrar a la persona indicada.
