¡Tener una piel suave es posible con cuidados caseros!
Lograr una piel en perfecto estado y conservarla de esa manera no toma todo el tiempo ni el dinero que la publicidad te hace ver. Puedes cuidarla en casa, y también fuera de ella, apelando a una serie de medidas sencillas, naturales y económicas, sin necesidad de recurrir a especialistas, ni a químicos riesgosos ni a lo último en cremas de las marcas más populares. Al hacerlo, ayudas a tu bolsillo y también construyes una rutina saludable que mejorará tu piel y que aportará enormes beneficios para tu estado físico general. En Sexxologa te contamos más.
Cuando se trata de la piel, la hidratación es la clave. Cuando inicies tu rutina diaria, siempre recuerda dar las atenciones adecuadas a tu piel, especialmente en el rostro y los brazos, que son las áreas más expuestas y que generalmente dejamos descubiertas y sin protección. Al levantarte, ve al baño y enjuaga tu rostro con agua fría del lavamanos, y coloca otro poco de agua sobre tus brazos. El agua con bajas temperaturas activa la humectación y contribuye con la apertura de los poros de la piel.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, y por desgracia, también es muy sensible, por lo que el cuidado en toda su superficie toma algo de tiempo y acciones especiales para ciertas regiones. La piel que recubre nuestro rostro es especialmente sensible, y por ello debemos tener mucho cuidado con lo que usamos en ella. Al secarte, no frotes tu cara con mucha fuerza con las toallas, y trata de emplear aquellas que sean más suaves para asegurarte el cuidado necesario. Si usas algún producto específico, lee bien sus componentes y evita aquellos que puedan contener sustancias potencialmente perjudiciales para tu piel.
En el mercado están disponibles innumerables productos diseñados para el cuidado de la piel, y si bien es cierto que algunos de ellos pueden ser efectivos, también lo es el hecho de que no todos tienen acceso a tales bienes. Por ello, siempre es importante saber qué sustancias y elementos naturales podemos usar para obtener beneficios iguales o mejores a los que ofrece la más costosa crema limpiadora. Una mascarilla de miel es una solución a la mano que limpia tu rostro, eliminando impurezas en poco tiempo y dejando tras sí una superficie suave y lozana. Otras alternativas son los aceites vegetales, como el aceite de coco, el de almendras o el de rosa mosqueta, que tienen efectos suavizantes e hidratantes muy útiles para nuestra piel
Como ya hemos mencionado, la hidratación es una de las piedras angulares del cuidado de la piel en todo nuestro cuerpo. Uno de los mayores enemigos de la hidratación es la ingesta de alcohol, y sus consecuencias pueden comprobarse fácilmente luego de una noche de fiesta en la que hemos bebido mucho: un pellizco ligero en el brazo o tirar de la piel bastará para que notes cómo tu piel se muestra reseca y poco flexible. Esto se debe al efecto de deshidratación que se cobra el alcohol en nuestro organismo. Por ello, evita la bebida cuando necesites conservar tu piel en buena forma al día siguiente.
