Ver el vaso medio vacío… o medio lleno
Vivir en el siglo XXI no es nada fácil. No apostamos a que la pasamos peor que las personas de hace un par de siglos, pero la vida moderna tiene sus propios desafíos. Cumplir con un trabajo (o dos o tres), atender a la familia, sortear los problemas económicos y lidiar con la crisis y el estrés general que produce todo lo anterior, puede acabar con tu libido en un abrir y cerrar de ojos. Pero para aquellos que saben buscar la luz al final del túnel, a veces las peores situaciones se convierten en el impulso necesario para dar un vuelco y alzarse triunfantes. ¡Recupera tu sonrisa y arrebátale tu deseo a las fauces de la desesperación!
La economía de estos años no anda nada bien, y cada día hay más y más problemas para la pareja promedio, que se las arregla con un presupuesto limitado y con horarios exigentes. Toda situación tiene dos caras, pero si sabemos movernos en los peores escenarios podemos sacar provecho de cualquiera. Si no tenemos demasiado dinero, nos vemos forzados a usar la imaginación para seguir dándole brillo a la relación sin gastos excesivos. Si se logra, fortalecemos la unión, demostrando que la relación es lo bastante sólida como para sobrevivir a las crisis, aumentando tu confianza y la de tu compañero o compañera.
Cuando las cosas no andan bien en la vida y el trabajo, es inevitable que lo negativo se propague a otras esferas si no somos capaces de detenerlo a tiempo. La ansiedad, la depresión y las enfermedades también nos acechan cuando nuestros ánimos están bajos. Pero cuanto más cerca estamos del fondo, mayores son nuestras oportunidades de salir adelante. Las crisis pueden motivarnos a llevar vidas más saludables, o pueden forzarnos a hacerlo. Si no hay dinero para pasajes o combustible, podemos caminar, y podemos comer más sano si no hay presupuesto para la comida chatarra y los dulces, y si tu cuerpo está más sano, tus habilidades bajo las sábanas mejorarán.
Las nuevas tecnologías también son alternativas muy flexibles y baratas cuando tenemos que estirar cada billete. Si no puedes ir a un hotel temático para darle un giro a tu vida sexual o no puedes costear un nuevo juguete erótico, prueba con el cybersexo, los mensajes eróticos, las fotografías subidas de tono o incluso con los juegos de rol sexuales, todo desde la comodidad de tu casa.
[wysija_form id=”2″]
